(los komen7arios incluyen -por ahora- relatos anteriores del "7ris7anik 2")
El humillado
(Los siete locos,
Roberto Arlt)
Por Pichuko
La carpa estaba iluminada. En un rincón, con los cordones del pantalón buzo del Soso haciendo de cuerda, estaba colgada la ropa de la vomitiva. Nunca la habían lavado pero la tendían para que no se humedezca gracias al aliento del Faga (contrario al de la lata). El olor que tomaban las prendas no era el más agradable, pero servía para mantener calentito el cuerpo si el tiempo arreciaba.
Cuando el 7opu ingresó, lo esperaban Guisan7e, vestido para irse a tirar unas fichas al Casino, y el Fefo, solo con un calzoncillo eyelit debido que con sus prendas estaba armada una de las carpas.
Las palabras de Sanguche77i fueron:
- ¿Qué pasa aquí?
Nervioso, el voluminoso lateral señaló:
- 7opu, no voy a vivir más con ustedes.
Guisan7e en su rol de mandamás de la vomitiva se dirigió al bovino:
- Hablamos de tus inventos en altamar, de tus improvisaciones en aquél partido en el banco de arena donde el Fefo cree haber quedado mal parado...
El 7opu sintió que el furor le encrespaba la boca, como si se tratara de una hierba mal rumiada:
- Pero vos siempre estuviste cansado. Penales afuera, cabezazos imposibles de errar en los travesaños, además, sos un verdadero presupuesto en alimento y en ropa XXL.
No sabiendo que responder, el Fefo inclinó la cabeza. Percibiendo la tensión (que se cortaba con bayaspirina) Kinieli7a se puso el disfraz que mejor le queda: el de interrogador filosófico.
- ¿Y que entendés vos por cansancio, 7opu?
- El ostracismo, la angustia, ¿no te fijaste que éstos parecen los tiempos de tribulación que detalla “las buenas ya van a venir”?
- Nunca me di cuenta de eso.
- Yo tampoco. Hasta el día que leí dicha obra. A vos te parecerá normal que te hable de sufrimiento, y de alguna manera a mi también, estamos acostumbrados... la vomitiva está tan triste que tiene la necesidad de ser humillada por alguien.
- Yo no veo tal cosa.
- Presi, no le hagas caso (interrumpió el Fefo) el 7opu siempre está con esa historia de la angustia.
- ¿Es cierto?-, curioseó Kinielita, mientras esperaba impaciente que el Rotornado le traiga los datos de la nocturna de la tómbola de Montevideo desde un teléfono público que estaba pinchado y que todos utilizaban.
- Es cierto, la horrible miseria está en nosotros (se le venía la imagen inequívoca del 95), es la miseria de adentro... del alma que nos cala los huesos como la sífilis.
Callaron. Guisan7e, aburrido de escuchar al 7opu, se estaba empezando a preocupar por la tardanza del goleador oriental. "¿No se habrá vuelto a romper?", se preguntaba a sí mismo. Pero el 7opu tenía evidentemente una noche de confesiones:
- Cuando entrenábamos en estancia mínima, notaba que los integrantes de “la loka”, que siempre nos visitaban, dirigían sus miradas hacia mí y conversaban risueñamente entre ellos. Siempre me preguntaba que dirían. Un día, íbamos con Kokito a ver a su veterinario por un problema de parásitos y fue allí que me despejó la duda: te dicen “el imbécil” me aseguró mientras me pedía ayuda, casi sin darle importancia a las palabras que acababa de gruñir, para que le saque unas garrapatas a las que no llegaba con el hocico. Esa expresión aniquiló mi coraje, si alguna vez lo tuve. Cada vez que entraba a una cancha sentía que me hundía cada vez más. Solo atinaba (y atino) a mirar de esa forma tan particular que tengo cada vez que un partido termina (y todos sabemos cómo terminan) ¿Cuándo saltará mi coraje? Ese es el acontecimiento que espero.
A esa altura Guisan7e ni lo escuchaba, todos sus sentidos estaban inquietos por la ausencia del Rotornado. Pensó en mandarlo al Soso, pero si lo perdía, la ausencia de los dos goleadores se iba a sentir, y fuerte, en Brujas. Después del soliloquio, Sanguche77i volvió a hablarle al Fefo.
- ¿Así que te vas? ¿en serio te vas?
- Si, quiero que mi vida mejore. Mirá, las manos magulladas por el frío, la vincha hecha jirones por Perrou y Kokito y el reloj que se lo quedó Neura.
Conmovido, el 7opu ensayó un final feliz.
- Fefo... ya sabés... vení cuando quieras... podés venir cuando quieras.
- Bueno, me voy.
- ¿Te vas?
El semblante del 7opu se deformó en la súbita pena.
- Bueno, andate.
Guisante desde el improvisado mosquitero, ya veía acercarse a un exhausto Rotornado. El teléfono quedaba a 5 cuadras y eso, eso era mucho para el fútbol chino. Mientras el Fefo se perdía semidesnudo entre la brumosa Ostende, el 7opu sintió una flojedad que relajó los nervios de sus dedos. Sintió que caía, y ya no vio más.
Relajo musikal
(...) así las kosas fue un día arduo para el ekipo. Retornamos a la playa agotados. Había sido el entrenamiento mas duro del team desde nuestra partida.
A la luz de la luna, cobijados por la noche, el Garbii Lii más Patti y los koreanos ke se han kedado bajo amenaza, improvisaron este bonito tema constituyendo el grupo “Amistades Peligrosas” (en honor a nuestros amiguitos del desaparecido Yasin y también al Bálak) y zapando el tema “Prefiero la Be” (“Me haces tanto bien”).
El Pingüidi, las tías y la madre acompañaban, sobre todo ellas en la parte de graznido femenino e improvisaban su divertido pasito ke bautizamos “El saltito de Pingüidi”, aleteando a uno y otro lado, relokos:
(play en el reproductor)
¡No in-gre-sar!
Pe-li-gro de muer-te
¡Oh no in-gre-sar!
Ten-ga cui-da-do el tem-plo se va a de-rrum-bar
No se pueeee-de ju-gar, Gui-san-te no, cum-plió en ha-bi-liiii-tar
Y si volvie-ra a na-cer me enfie-rr*-rí-an,
baja el pro-me-dio,
y se me va ´kel kam-pa-ñón
Traé una de rolitos ke me kemo
He ido acumulando mucha hiel
Yo sé, kausa pavor lo mal ke juego
Estoy en kiebra ¿o no lo ves?
Ke tu ya sabes ke me empernas kuando kieras
ya sabes komo soy, ya sabes ke me entra la primera
ahora me sabe algo mejor.
Ay ké ka-lor, me es-toy de-rri-tien-do
¡Oh ké ka-lor!, a-paga el fue-go, ¡Fa-ka lar-ga el Ter-mi-d*r!
No hay san-gre den-tro de mí,
O-dio su-dar, soy di-fe-ren-te a- ti
Y si vol-vie-ra a na-cer me en-fie-rra-rí-*n
y ya ke es-ta-mo´, vuel-vo al re-fri-ge-ra-dor
Si ataja Clementicki no hay go-le-ro
Antes ke Fefo pre-fie-ro a Mer-kel
No se si es buena excusa ke no hay juego
Soy pecho fresco ¿o no lo ves?
Ke todos saben ke me ganan kuando kieran
Ya saben kómo soy, ya sé me keda grande la primera
Kiero cambiar de división
Pre-fie-ro la Be, Pre-fie-ro la Be, Pre-fie-ro la Be
Lairalalala Lairalalala Lairalalala
No podemo' llenar la pinguinera
Si no gano me voy
Ya sabes ke he pasado la frontera
Al descenso-promoción
Ke tú ya sabes Gui-san-te com-pra ma-de-ra
Y no hay uno de ni-vel
Ya sa-bes la ke pron-to nos es-pe-ra
¡Vol-vé Mu-ñón ti-ra-me al-gún che-ké!
Ke traé una de rolitos ke me kemo
¡Dejá el tinto Merkel!
Yo sé kausa pavor lo mal ke juego
Soy un pingüino ¿o no lo ves?
Ke todos saben ke me ganan kuando kieran
Ya saben komo soy, rom-po el kar-né si se po-ne fu-le-ra
e insulto a cual-kier ju-ga-dor
Prefiero la Be, prefiero la Be, prefiero la Be...
Se nos fue un nuevo día con loka loka fiesta y armamos otra vez las karpas kon las ropas de Fefo y Soso. Decidimos ke ya no era seguro permanecer en Ostende y ke bueno sería dejar un tiempo tierras belgas para pasar por alguna de las ciudades propuestas…
(kontinuará…)
Horneados y en7renados
La noche fue tranquila para todos a excepción de Guisante y su sueño, mas el pobrecito de Blanda ke estuvo meta escupir sangre desde ke el sokete este del Fefo se le kayó encima. La verdad el gordo ya nos está insuflando las pelotas hasta el extremo de apoyar varios al Guisante en la jugarreta para deshacerse de él. Seeeeee, más tarde le voy a preguntar a ver kual e’ el plan.
Las bajas temperaturas nos siguieron acompañando entonces el resto tuvimos un buen reposo. Al despertar, en pleno amanecer, el Flying Kura nos convocó nuevamente a hornear. El hecho de ke el kurita insista en la plegaria todos los días ha logrado enervar los ánimos de más de uno, de todos modos se le hizo kaso, al fin y al kabo habíamos llegado a nuestro destino tal vez en parte gracias a su colaboración por intermedio de sacrificios, rituales y demás técnicas. Asíkebué, hornear horneamos:
(Flying Kurita):
Alabad la chekera, porque ella es buena;
Porke larga chekes aunque traiga diskordia.
díganlo los adkiridos por Muñón,
ke se han entregado a sus designios.
¿Andan hundidos en el promedio, por la 7ris7eza y sin kamino,
buscando guarida donde huir
con llantos y lamentos
su alma (si la hubiera) desfallece?
Entonces aklamen a Muñón en su angustia,
¿El los libró de sus aflicciones? Naaaaa
¿Los dirigió por kamino derecho? Meeeenossss,
Les volvió la sociedad de fomento inhabitable.
No tuvo miserikordia el Muñón,
hizo lo ke kiso kon estos 7ris7es hombres
Los sumió en la vida menesterosa
y colmó de deudas la kloaka, …pero tiene chekes. ¡Ah si, gloriosos chekes sin fondos!
7ris7ones, moran en tinieblas, sombras de muerte,
aprisionados en aflicción y en fierrad*s,
por kuanto fueron rebeldes (guei) a las palabras de los fundadores
y aborrecieron el konsejo del altísimo Muñón.
Por eso kebrantó con su sutil trabajo las arkas;
kayeron, y no hubo kien los ayudase.
Luego ke aklamaron a Guisante en su angustia,
este no los libró de sus aflicciones;
no los sacó de las tinieblas y de la sombra de muerte,
y rompió sus kolas sin poner un sope, el cual se ahorró para jugarlo a la cabeza en la de Montevideo.
Alaben la chekera de Muñón ta´kelo parió
y sus maravillas
porke intentó rematar la estancia
y se deshizo del templo del voske, todos gastos superfluos.
Fueron afligidos los insensatos, a kausa del voto al jugador
y a kausa de sus maldades;
y llegaron hasta las puertas de la muerte
Pero no aklamaron a Muñón en su angustia,
y así les va, como el 7ras7e.
No envió su chekera, y los kebró,
y los sumió en más ruina, así ke
ofrezcan sakrificios de alabanza,
y publiken lista muñonera kon júbilo!
Porque llegó el Guisante e hizo levantar un viento tormentoso
y encrespó las malas ondas
creyeron subir a los cielos y descendieron a los abismos;
sus almas se derriten, es normal,
tiemblan y titubean como ebrios
y karecen de historia, es inútil.
Entonces aklaman a Muñón en su angustia,
y les tira un par de chekes
kambia la tempestad en sosiego,
y se apaciguan por un rato.
luego se alegran, porque se apaciguaron;
y así los maneja a su antojo.
El konvierte los templos en baldíos
y la mínima estancia pone en venta
porke no hay nada fructífero, es estéril
por la 7ris7eza de los que la habitan.
Los maldice y los enfierr* en gran manera
disminuyendo el ganado ya ke kieren deshacerse de Fefo
Luego son menoscabados y abatidos
a causa de amargura, males y congojas.
El esparce aprecio sobre los aduladores
y les hace andar perdidos y sin camino
a todos los rectos para que cierren su boca
Véanlo los malos y alégrense!!
¿Quién eskabio y guardará estas cosas,
y entenderá las palabras de Muñón?
“Yo”, dijo kuándo no el 7opi7o al kura logrando por enésima vez ke le propinaran un certero trompis por sokete.
¡Pero el 7opi7o se retobó! Se le plantó adelante al jué Durón y le empezó a recriminar por el golpe. Inédito. Durón permaneció rígido, en parte por los efectos de la horneación y sus aditivos y en parte al verse superado por la incredulidad de ver allí delante suyo al mismísimo Sanguchetti reclamándole uno vaya a saber ké kosa. Claro komo agua del voske, el Judge ni sikiera se acordaba ya de ke le había calzado un cross al DT y Sangu le salivó tanto la trompa ke hubo ke pasarle un trapito al jué. Tuvo ke interceder el Doc de Animales inyectándole un sedante para finalmente lograr detener la verborragia del ofuscado DT.
Otras tareas de rutina del veterinario por las mañanas eran colocarle el suero a Más-Suero, juvenil del kual se esperaría mucho si no fuese por ke se pasa todo el día canalizado y reclamando el vital elemento (por supuesto, vital para él). Además de esto es normal la alimentación de los Pingüidis, realizar las kosturas pertinentes al Bustito de Alfonso de los múltiples desgarros (ya a esta altura superficiales) ke le ocurren en el día, hacerle entender a Clementicki ke no tiene manos y a continuación ayudarlo a ponerse en pie, abortar algún ke otro intento de Alfonso de likidar al Soso (infructuosos la mayoría de las veces porke ni sikiera llega el ídolo a posicionarse cerca del Pan pa´l) o incluso de Garbarin* para deshacerse de Clementicki. Las últimas de las cuestiones en general eran las de revisar y alimentar por la mañana a los kanes y ver si el Quinteiro todavía estaba vivo, ya ke ni sikiera se akordaban de él. Ingratos. Esta tarea será klave en el suceso ke luego voy a komentarles.
A todo esto, y mientras el kura convidaba algunos ravioles dando fin a la ceremonia muñonera, observamos particularmente un barko ke se acerkaba hacia el puerto. Grande fue nuestra sorpresa cuando advertimos que en el mismo se encontraban algunas siluetas ke nos resultaban conocidas…pero ¿de dónde?
Y de repente “¡eureka!” dijo 7opi7o, a lo kual todos nos rekontrakagamos de la risa mal, ¡claro! Ma´ de ke eureka me hablá´ vo´ ¡¡Sanguchetti!! Si ni sabé lo ke e´ una táktika… ¡¡Jajajajaj!!
Logramos ke el pobre DT se echara a llorar de tal modo ke no kedó otra alternativa ke amordazarlo por temor a ke la policía belga nos preguntara algo del “niño” akel. No le kisimos pegar ya ke dos golpes en una mañana ya hubiese sido un abuso y encima estaba sedado. Le convidamos unas témperas ke el Judge le había secuestrado al Faka en una rekisa en su karpa y Sanguchetti kedó feliz jugando kon ellas, pero komo dijimos, amordazado.
Bien, entonces en el barco venía ¡el ekipo de Recreativo Arenas! Siiiii, Hanks, la Tortuga, el eskeleto, el Piscui Agoglia, allí arribaban kon el trofeo del Atlántico en sus manos… ¡je! ¡todo de pelota parada! Hasta el mismo Rus* Sivisk* integraba la tripulación. De lokos. Tuvimos ke esconder a Wilson por temor a ke Hanks viniera por ella o ke Wilson en un rapto de locura kisiese escaparse… ¿kon ké pelota nos íbamos a entrenar en ese kaso?
Rápidamente el Muñoncito y Guisante comenzaron a tejer intrigas. ¿Vendría a jugar el torneo el Recreativo? Porke rekordemos ke debido a la desaparición del Yasin había kedado pendiente el ekipo 14-1 y, realmente, se hacía difícil conseguir un ekipo ke tuviera méritos, es decir, muf* suficiente komo para hacerse acreedor del puesto vakante. Y nos preocupaba ke akel aguerrido tim ke nos kitara el trofeo en el banko de arena fuese a disputar justo este torneo ke tanta melancolía traía a nuestra divisa.
Pues bien, el Muñoncito mandó paloma mensajera a Brujas esperando respuesta a este interrogante y avisando de nuestro arribo, pero excusándose porke llegaríamos tal vez unos cuantos días, semanas o incluso meses después de lo previsto ya ke al momento no teníamos ni remota idea de kómo catzo llegar a Brujas y mucho menos, medios de locomoción ke no fuesen nuestros propios pies (o patas, según el kaso) para hacerlo. Y no, ni lo sueñen: de ninguna manera la organización del Enfierrad*res gastaría un sope en conseguirnos traslado.
De todos modos, había algunos integrantes de la vomitiva ke, aprovechando la disputa de tan prestigggg jujaajajajajajajajajaj ¡¡hace kuánto no lo decía!! Jujajajajajaj presti jujajajajajajaj gijjajajajajajaoso torneo cof! Cof! Ejem! incluso kerían conocer algunas ciudades europeas ¡makeseyó!
Por ejemplo el Faka y Durón (la loka no porke mas bien iba hacia donde los llevaran de las narices) metían fichas para ir a Amsterdam, al Barrio Rojo… jeje…¡¡pikarones!! el Benja y Bálak apoyaban la moción (e incluso clamaban a su vez ser ellos los apoyados) Otros komo el Guisante con la excusa de convencer al TurBito Bergas de integrarse al 7ris7im, kerían visitar Mónako y sobre todo Montekarlo y mas sobretodo aún el casino. Impresionante. No disponíamos de un solo kobre pero el tipo estaba del rekontrabonete por pasar allí unos días. ¡¡Vaya uno a sabe’ dónde!!
Y así surgieron montones de propuestas, el 7opi7o kería ir a París porke decía ke de allí “salían las cigueñas con los niños nacidos” (sic), de no kreer, otros komo los pinguidis preferían alguna zona mas fría aún, komo ser alguna entre Alemania-Suiza, otros tantos kon el Fefo komo incitador kerían ir a Italia… ¡¡a kome´!!, pero se encontraban kon la negativa del Soso, parece ke de algo huía este Soso porque era de extrañar ke el barrigón no kisiese morfá’ pizza; algunas propuestas más eran Grecia (juntar unos mangos kon la lucha grecorromana kon Fefo o el Soso y por ké no exhibir el busto de Alfonso kual si fuese una pieza de valor histórico. No sé, por ejemplo en la Acrópolis e inclusive el Santo Lakrimario, el trapo “No ImBadir”), Bulgaria (“¿juega Stoichkov todavía?”, se preguntaba el Guisante) y hasta la misma Austria para aklamar al candidato de reciente aparición en Revista 7aras ¿komo eeera el nooommmmbre?
Todo parecía estar fenómeno mientras las conversaciones transcurrían entre mates cebados kon agua de mar (puajjjjjj, mate salado) y algún ke otro pitillo mangueado por ILegal a los transeúntes kienes si no accedían de buena gana eran abordados por la loka. Pero el día iba a comenzar de la forma más macabra y espeluznante ke ustedes puedan imaginarse.
-“Bueno” dijo el Doc. de Animales. “Se ve ke han dormido muy bien y está todo en orden pa´ ir preparando el entrenamiento ke tengo para el día de hoy” agregó.
En sus manos traía la cabeza de SilBelli, ke ya comenzaba a sufrir algunos signos de descomposición, es decir, el olor era realmente insoportable aunke astutamente le adjudicamos la cuestión a un posible mal aliento (¡kuando no!), tantos días sin lavarnos los dientitos. Tal vez a partir de ahora tendríamos ke sumergir por las noches el balerito en formol, si.
El Doc. parecía mostrar una extraña felicidad, estaba exultante y miraba al Guisante kien le devolvía la mirada con un gesto como asintiendo algo.
Fue entonces ke comenzamos a desarmar las karpas para vestir a Soso y el Fefo ¡¡kon la leve sospecha de ke somo´ pecho!! Naaaa, eso es sabido, con la presunción de ke algo escabroso estaba por suceder. Al desmontar la última karpa hallamos entre algunas sábanas el horror:
Allí yacía un cuerpo…un torso semidesnudo sin vida…empezamos a kontar la hacienda y caímos en la cuenta de la segunda baja en la vomitiva (la primera había resultado el suicidio de la pelota, cansada de los maltratos en el 7ris7anik 2): era Quinteiro, el astro del “Habemus Kaka” o “Baile del Gallibob*”, la incorporación rutilante anunciada kon bombos y platillos kuando partimos del puerto de los ex Buenos Aires, el insider veloz y enkarador (cuack) ke metía literalmente miedo a sus rivales.
Había sido decapitado con precisión kirúrgica tal ke hasta temimos ke fuera obra del Pitufo Enrike (famoso simpatizante Gilasista) o algún ET (es decir, algún otro sokete amén de la loka, al kual se le ocurra ser por el siniestro del padre o peor aún, ser por elección, simpatizante de nuestra divisa).
El balerito estaba enterrado a pokos metros, dudamos entre guardarlo pa´ entrarle al mediodía (este tim si ke se kome a los ídolos) o arrojarlo al mar sin más. Optamos por esto último visto ke nadie kería comerse ese caramelito, una pena la baja de este muchacho, era ideal para la danza y klave junto al Kokito en el momento kúlmine de la misma. ¡Chau Quinteiro! ¡Pronto te olvidaremos! ¿Y si guardábamos la cabeza al menos? No, no daba, kon una era suficiente. Ke pena…no llegó a agarrar ritmo de competencia…sino ¡sabeké! ¡¡Lo bien ke le hubiese salido el Habemus!!
El Flying propuso una nueva horneación para despedir a este kerido player:
Flying K.: “Muñoncito, el injusto, intercede por nosotros y nos re-ko-ncilia kon su padre. Abramos, pues, nuestra desesperanza al arrepentimiento de haber votado al Guisante, para acercarnos a la mesa del Muñón y por ke no, a la chekera.
Pobrecito el Quinteirito, por lo ke ha dejado su existencia 7ris7era: Muñón, ten piedad.
Resultó terciada nomá´, ke ha venido al 7eam 7ris7ón y a quien el 7ris7e no lo recibió porke ni sikiera kasi jugó; Faka, ten piedad de las sustancias.
¡Hijo e´ tu madre!, ke hecho percha has akampado entre nosotros y resultaste un nuevo dekapitado: Muñón, ten piedad.
No has tenido miserikordia Quinteiro, te has llevado algo de lo poko ke keda y si seguimo´ así, nos vamo´ a la “vida eterna”, kon lo kual te despedimo´ kon plaketa honorífica incluída y escupitajo reglamentario. Merkel.
A kontinuación de la horneación armamos una montañita de arena, colokamos con congoja la cabecita del mencionado futbolista (un decir) en la cima, lo salivamos profusamente, el kurita le zampó ¡paf! ¡paf! agua maldita del lago del Voske, Kokito tomó karrera, Faka tomó por vez primera en el día, corrió el Kan y komo nunca mandó un ¡vaaaaaa puntinaaaaazzzzoooooo! dándole un furibundo shot a la testa, bajo la atenta mirada de la familia Pinguidi (ver foto 1), ke fue a parar al medio del Mar del Norte hundiéndose al tiempo (se ve ke no pesaba mucho).
Enseguida nos olvidamos de él, para felicidad del Guisante kien ¡oh iluso! temía ke alguien rekordara ke él mismo había incorporado al susodicho jetón.
El Doc. enseguida nos explico ke kon ese torso, anke kedara un poko amorfo, se podía injertar en el mismo a SilBelli. Astuto el Nick, yo estoy convencido ke decapitó al puntero kon sus propias manos para tener el cuerpo ya sea kon fines de alimentación o uso.
Ya era cerca de media mañana kuando entonces el 7opi7o, en verdad ayudado por el Doc de Animales y Muñoncito y su Winchester, ordenó sin dejar de pintarrajearse y lastrarse las témperas un duro entrenamiento en las playas para luego trasladarnos a un gimnasi* ke habíamos localizado en la recorrida de la ciudad y allí realizar algunos trabajos extras. ¿Ke komo entraríamos? Eso es algo ke luego dilucidaremos.
El segundo trabajo (obvio arrankamos de allí) consistía en un jugador sentado en el piso y otro de pie ke debía arrojarle la globa para ke esta impactada de cabeza (o kon las manos en el kaso del golkiper) por el player volviese nuevamente a su kompañerito y así sucesivamente. El trabajo debía hacerse kon dos pelotas para hacerlo ma´ intenso. Pero surgieron complicaciones.
Primero ke había una sola pelota, Wilson, y se negaba terminantemente a ser maltratada. Sanguchetti kreyó nuevamente convencerla kon su mirada, agarramos pues una piedra komo segundo balón, astutos. Luego varios de los players asuzados por Merkel y Durón ke sobrepasados tenían gana´ de jodé´, se negaron a participar y convencieron al doc. de ke formaran parte de la práktika los siguientes jugadores: Clementicki, Alfonso, SilBelli, Fefo y el kokito. Para kolmo de males Wilson estaba un poko pesada porke habían estado jugando kon ella en el agua.
Comenzó el Fefo arrojándole el “balón”-Wilson- a Alfonso y luego la toska y así una y otra vez. El ídolo, carente de miembros inferiores, hacía sobrehumano esfuerzo por devolver los “esférikos” metiéndole garra kon el kogote, le dio a Wilson, se ligó un toscazo, le volvió a impactar a Wilson, le tiró el cervical, se kortó un músculo, se desgarró el abdomen, se desplomó de nuka y allí kedó. Luego el Doc. kon las risas de fondo del judge y los demás tuvo ke ayudar al Kokito a arrojarle los útiles al Fefo, ke debido a su prominente abdomen no lograba despegarse del suelo ni un mísero centímetro. En un gesto humanitario se dio por finalizado su turno.
Nuevamente tomó el Fefo los balones y fue el momentaaa de Kokito kien al recibir sendos impaktos en el hocico se alejó gruñendo y llorando. Y por último pasó Clementicki y fue realmente un calvario para el golero: le arrojaron a Wilson, el pobre de Charly se incorporó relativamente bien pero la parlante le dio en la boka, volvió a posición rekta y al elevarse nuevamente kiso embolsar la toska ke vino a dar desde ya en la frente dejándolo medio boleado, lo intentó otra vez y se ligó un pelotazo en un ojo, repitió el ascenso y la piedra le golpeó la mandíbula, a esta altura su rostro estaba visiblemente demejorado y llegó el golpe de nocaut kon un nuevo bochazo ke no logró atrapar y lo nokeó nomá´ impactándolo en la ñata finalizando el golero tendido en la arena, sangrando profusamente y teniendo ke ser atendido por el Doc. de urgencia. Merkel y Durón aplaudieron socarronamente dando por concluído el ejercicio. ¿SilBelli? Ni se akordaron de él y hasta incluso por error fue utilizado de pelota kuando le tokó el turno al Fefo. Zafó de ke no lo cabecearon.
El tercer juego consistió en ke un player salía kon la pelota hasta Muñoncito ke a unos 70 metros hacía las veces de poste. No se para ke lo usaron a Muñoncito de poste, si lo hubiesen podido utilizar al Billar, que lo pasan como poste, está pintado y encima al menos es de madera. Allí otro jugador lo esperaba partiendo con el útil mientras ke atrás del primer jugador ya había arrankado otro y así hasta ke pasaban todos.
Otro rotundo frakaso. 1-Nadie entendió en un principio un korno. 2-Los jugadores empezaron a pelear por ver kien llevaba el balón.
Aún así, el ejercicio finalmente comenzó, el Kokito salió primero kon la bocha mientras lo mordía Perrou ke mas allá de ke le gritaban ke no lo hiciera, mordía las gambas del experimentado zaguero intentando kitarle el juguete. Kokito la acomodó kon una patita, le dio kon el hocico, avanzó unos metros. En la otra punta Alfonso ya se estaba durmiendo, porke el Kan tardó dos minutos en darse cuenta ke si le pegaba kon las dos de adelante a la vez, se caía de trompa. Optó por morderla el Koko pero en vez de dársela a Alfonso se la llevó al 7opi7o y se la arrojó a los pies; se kedó esperando un huesito o algo pero el DT estaba absorto kon las témperas. Intercedió el veterinario e impulso la globa hacia Alfonso, el Bustito tirado en el piso aún convaleciente recibió un certero golpe en la ñata y kedo definitivamente KO, dando lugar a ke lo reemplace en la partida kon el fútbol el Fefo. Este corrió esforzadamente unos cinko metros. A los diez ya tenía la lengua afuera. A los 17 se frenó para descansar un poko. A los 23 se kedó sin aire y a los 32 se kedó sin piernas. A los cuarenta el pulso se le había ido a 300, a los 45 la presión era 24/15 por lo ke le estalló una vena de la napia, kiso frenar pero el Muñoncito lo amenazó kon el Winchester, sangraba un poko, a los 50 estábamos hablando ya de un milagro, cayó al piso de rodillas, la tierra tembló (se registró un sismo de 4 en la eskala de 7ris7er y se lanzó la Filial correspondiente, sin integrantes). Kreyó desfallecer, abandono definitivamente la pelota y arrastrándose komo pudo se dirigió lento hacia el mar, a sakarse un poko ese insoportable kalor. Llegó increíblemente al agua, pero claro, su temperatura era elevada para tratarse de un jugador 7ris7e y el kontakto kon el mar le provocó una falla en el kuore ke diga ke el Doc. traía un aparato de electroshock a batería y logramos sakarlo del kolapso cardíako, kesinosabeké.
A todo esto ya había salido la cabeza de SilBelli, lo arrojaba Blanda, impactaba la pelota, se hacía percha contra el piso, lo recogía Blanda, lo volvía a tirar, le erraba, nuevamente intentaba hacer blanco, y así hasta ke llegaron al extremo.
Exactamente el asunto duró una larga hora. Finalizado el complicadísimo ejercicio parecía la playa un kampo de batalla, los cuerpos yacían inanimados akí y allá mientras Faka y Durón se divertían aplicándose mutuamente electroshocks, un flash.
El Doc. Veterinario ordenó partir hacia el gimnasi*. Llegamo´ relativamente rápido, estaba a escasos metros de allí hacia el lado del centro de la ciudad. Eran cerca de las trec* horas y komo lo habíamos planificado el local se encontraba cerrado. Un hombre de seguridad se encargaba de impedir el paso de extraños.
Astutamente a él se acerkó el judge, diciéndole (en perfecto castellano) ke estaba perdido y ke si no sabía donde kedaba noseké. Llevaba pa´ despistar al Kokito y Perrou kon la korrea. Estos hicieron su necesidad sobre la acera por lo ke el vigilante con evidentes gestos le ordenaba ke juntara el excremento. El Judge algo dijo, le ofreció un pakito, el vigilante agarró viaje, tal vez pensando ke era un cigarro, tal vez porke así lo kiso. Y punto.
Tres pitadas y kedó del upite (ver fotografía 2 ke tomara el Bálak del momento) dejándonos allanado el camino al interior del local.
Recién ingresados y rápidamente para no perder tiempo (le calculábamos unas dos horas para la reacción en el kaso de primeros consumidores. Al Faga el efecto le duraba unos 5 minutos) el Doc. y Sanguchetti enviaron al Fefo a la cinta (después del episodio era evidente ke necesitaba al menos perder unos cien kilos), a Perrou a las pesas pero el joven había sakado vaya uno a saber de dónde una birrita, se prendió un fasito y kedó tendido en el suelo, el Bálak se puso a hacer un extraño entrenamiento del kual no teníamos noticia y la Gat* PoSess* se buskó un minino kon el kual mantuvo una batalla de artes marciales; garzo, piña y patada y a otra kosa. SilBelli se echó a dormir, bah, un decir, en realidad echamos el torso aún no injertado, en el piso y al lado del bracito colokamos el rostro del defensor para ke se vaya acostumbrando a su nuevo cuerpo.
El resto de la vomitiva se dispersó por otros aparatos. 7opi7o se rekostó en una silla para pesas, ya pintado completamente kon las témperas y kon una simpátika nariz de payaso ke le había hurtado a un clown callejero en un descuido. El instante fue retratado por el fotógrafo sin manos Clementicki kon ayuda del Joyero Neura en una foto ke in-tituló “El entrenamiento” (foto 3)
Poko nos duró la alegría, si se puede llamar así. A la hora el guardia despertó (¡¡ ve ke tan mal no la pasá´ vo´ guarida eeeehhhh!!) por lo ke se aktivó la alarma, tuvimo´ ke salí´ korriendo, levantamos al torso, la cabeza de SilBelli, cachetemamos a Perrou ke seguía dormido en el piso, el Fefo y el Soso le metieron un pike komo pudieron.
Luego nos enteraríamos ke un identikit del Judge estaba circulando por las calles komo “Wanted Dead or Alive”. Tambien les enviamos la foto del afiche por la esfínter-net (foto 4), actualmente el Judge circula kon la máskara de fierr* ke le fuera injertada en su momento a Merkel. Ya mandaremos fotos...
(kontinuará...)
El cuerv*
Pfffffffjjjjjjrrrrrrsssss piiiiiiiiip piiiiiip hic! Beeeeeee!
¡Akí 7raaansmiiiiteee Radio 7aras FM, al fondo de su dial!
… esa noche, el Guisante soñó otra vez (agradecemos el texto modificado ke sigue, El cuerv*, al sr. Edgar A. Poe):
Estaba allí, al filo de la lúgubre noche del descenso,
débil y kansado kual era la kostumbre,
en 7ris7es reflexiones y embebido pa´ no pensar,
inclinado sobre un viejo y raro kan ke no era otro ke Kokito,
kabeceando, kasi dormido,
cuando oyóse de súbito un leve gol… pe (no, tía… no fue gol…),
como si suavemente tokaran,
tokaran a una puerta ke no había en la karpa.
“Es -dijo G. musitando- un visitante seguro papáaaaaaa
tokando quedó a la puerta de la karpa.
Eso es todo, y nada más. No me jodan”.
¡Ah! Akel lúcido recuerdo
de un insólitamente gélido diciembre
kuando perdieron otra oportunidad;
espektros de 7ris7eros moribundos
reflejados en el suelo del templo abandonando el estadio;
angustia del deseo de un nuevo día;
en vano encareciendo al tiempo
diera tregua a su dolor de 7ras7e.
Dolor por la pérdida del kampionato y de Muñón, el úniko,
chekera radiante, Muñón por los aklamadores llamado.
Ahora ya un rekuerdo, ¿para siempre?
Y el krujir 7ris7e, vago komo Fefo,
escalofriante komo atake del rival
de los 7ablones ajados del templo
llenábalo de fantásticos 7errores
antes sentidos. Y ahora ahí, en pie,
akallando el latido de su corazón,
volvió a repetir:
“Es un visitante a la puerta de la karpa
ke kiere entrar. Algún visitante
ke a deshora a mi karpa kiere entrar, hincha bola’.
Eso es todo, y nada más”.
Ahora, su ánimo kobraba bríos,
y ya sin titubeos dijo:
“Señor o señora, en verdad vuestro perdón imploro,
mas el caso es ke, adormilado
cuando vinisteis a tocar keda-mente,
tan kedo vinisteis a llamar,
a llamar a la “puerta” de la karpa,
ke apenas pude creer que os oía”.
Y entonces abrió de par en par la “puerta” de la karpa:
oskuridad, y nada más. Normal es decir.
Eskrutando hondo en akella negrura
permaneció largo rato, atónito, 7emeroso,
dudando, soñando sueños que ningún 7ris7ón
se haya atrevido jamás a soñar. ¡Oh, iluso!
Mas en el silencio insondable la quietud kallaba,
y la única palabra ahí proferida
era el balbuceo de un nombre: “¿Muñón?”.
Lo pronunció en un susurro, y el eko
lo devolvió en un murmullo: “¡Muñón!”
Apenas esto fue, y nada más.
Vuelto a la karpa, su alma (un decir) toda,
toda su alma abrasándose dentro de sí,
no tardó en oír de nuevo tokar con mayor fuerza.
“¿Por ké no pasa este paspao? Si “las puertas del clú
estan abiertas para todos”, pensó.
“Ciertamente -se dijo-, ciertamente
algo sucede allí afuera”.
”Dejad”, meditó pues, “que vea lo ke sucede allí,
y así penetrar pueda en el misterio.
Dejad que a mi ko-razón llegue el silencio komo siempre,
y así penetrar pueda en el misterio 7ris7ero”.
¡Es el viento, y nada más! “¿Será el Rotornado?”.
No, éste descansaba sobre un tronkito al lado suyo.
De un golpe abrió la puerta,
y kon suave batir de alas,
entró un majestuoso kuerv* ke tenía
la kara de Muñoncito o eso creyó
uno de los muñoneros días idos.
Sin asomos de reverencia, ma’ vale,
ni un instante kedo;
y con aires de gran señor Muñón o de gran dama, la chekera,
fue a posarse en el busto de Alfonso y hasta le garkó la kabeza,
al kostado de la “puerta”.
Posado, inmóvil, y nada más.
Noooo, el cuerv* aleteaba,
me refiero al Bustito de Alfonso.
Entonces, este pájaro de ébano al kual un ojo no le obedecía
cambió sus 7ris7es fantasías en una salada melankolía
kon el grave y severo dekoro
del aspecto de ke se revestía.
“Aún con tu Winchester en ‘mano’ -le dijo-,
no serás un kobarde,
hórrido cuerv* muñonero vetusto y amenazador.
Evadido de la kloaka nokturna.
¡Dime kuál es tu nombre en esa kloaka de la Noche 7ris7ónica!”
Y el Kuerv* dijo: “Nunca más. ¡Je! ¡Esa no la tenías, eh!”
“¡A la ke te parió!” pensó Guisante. “¿Lo ké?”
Cuánto se asombró ke el pájaro
pudiera hablar tan claramente,
luego del asombro de ke el 7opi7o pudiera hacerlo
esto era lo más insólito ke le había pasado,
ke un pájaro kon la kara de Muñoncito le hable;
aunke poko significaba su respuesta.
Poko pertinente era. Pues no podemos
sino concordar en que ningún 7ris7ero
ha sido antes bendecido, ni bendecido con la visión de un pájaro
posado sobre un ídolo,
pájaro o bestia, posado en el busto dormido
de Alfonso al lado de la puerta
con semejante nombre: “Nunca más”.
Mas el Kuerv*, posado solitario en el deshecho busto
las palabras pronunció, como virtiendo
su alma sólo en esas palabras.
Nada más dijo entonces, ¡arreglatelá Guisante!;
no movió ni una pluma.
Y entonces Guisante se dijo, apenas murmurando:
“Otros ‘amigos’ se han ido antes;
mañana él también me dejará, nos dejará,
komo nos abandonan las esperanzas a los 7ris7es”.
Y entonces dijo el pájaro: “Nunca más”.
Y le hizo pito catalán y hasta kon las alitas
se tomó el bajo vientre en obvio gesto.
Sobre-kogido al romper el silencio
tan idóneas palabras,
“sin duda –pensó-, sin duda lo ke dice
es todo lo ke sabe, su solo repertorio, aprendido
de vaya uno a saber kién a quien desastre impío
persiguió, akosó sin dar tregua
hasta ke su cantinela sólo tuvo un sentido para los 7ris7ones,
hasta que las endechas de su esperanza
llevaron sólo esa carga melancólica
de ‘Nunca, nunca más’”.
Mas el Kuerv* arrancó todavía
de sus 7ris7es fantasías una salada melankolía;
acercó un mullido asiento
frente al pájaro, el busto y la puerta;
y entonces, hundiéndose en el komo el team en la tabla,
empezó a enlazar una fantasía con otra,
pensando en lo que ese ominoso pájaro de antaño,
lo que este tuerto, rechoncho, hórrido,
y ominoso pájaro de antaño
kería decir graznando: “Nunca más”.
En esto kavilaba, sentado, sin pronunciar palabra
kual 7ris7ero en el 7emplo,
frente al ave kuyos ojos, como tizones encendidos,
lo derretían hasta el fondo de su fresko pecho.
Esto y más, sentado, adivinaba,
con la kabeza reclinada
en el aterciopelado forro del kojín
acariciado por la luz de la luna;
en el forro de terciopelo
akariciado por la luz de la luna
¡que él no oprimiría, ¡ay!, nunca más!
Entonces le pareció ke el aire
se tornaba más denso (claro ke sin chekera divina la kosa se ponía espesa)
por el eskaso puntaje del ekipo
kuyas presentaciones eran un verdadero horror.
“¡Miserable –dijo-, ni un cheke largás,
por ké no me das una tregua,
tregua de tus rekuerdos, Muñón!
¡Juégale a la vespertina
y olvida a tu ausente Muñón!”, se dijo.
Y el Kuerv* dijo: “Nunca más. A komerla”.
“¡Profeta!” –exclamó-, ¡kosa e’ mandinga! (Percudan*… cuaaaaaaack)
¡Profeta, sí, seas pájaro, pajarón o demonio
enviado por la tentadora, o arrojado
por el desborde kloakal a este refugio desolado e impávido,
a esta playa en ke estamos,
a este hogar ke es la sede, o el templo, o la Estancia, hechizados por el horror!
Profeta, dime, en verdad te lo imploro,
¿hay, dime, hay bálsamo en la chekera?
¡Dime, dime, te imploro!”
Y el kuervo dijo: “Nunka más.
No me vengan a busca despué’. Ya rompí mi karné”.
Y a esa altura, ya rompía un poko las ketejedi.
“¡Profeta! –exclamó-, ¡kosa diabólica!
¡Profeta, sí, seas pájaro, pajarón o demonio!
¡Por esa espada ke pende sobre nuestras kabezas,
ese Muñón ke adoramos tú y yo y todo 7ris7ero,
dile a esta alma abrumada de penas si alguna vez
nos largarás un mísero cheke,
si volverá el Muñón,
kon sus brazos repletos de radiante kotiyón!”.
Y el kuerv* dijo: “Nunca más. Ni a palo’. Meno’ kon vo’, sokete”.
“¡Sea esa palabra nuestra señal de partida
pájaro o espíritu maligno! -le gritó presuntuoso-.
¡Vuelve a la kloaka. Bah, ya estamo, a la ribera de la Noche 7ris7ónica.
No dejes pluma negra alguna prenda de la mentira
ke profirió tu espíritu!
Deja mi soledad intacta. La de todos nosotros.
Abandona, kuando no, el busto de Alfonso
ke bastante tiene kon su propio peso para llevar otro encima.
Aparta tu pico y tu chekera de mi débil corazón porke me voy a tentar,
y tu figura de mi puerta.
Y el Kuervo dijo: “Nunca más. Y además… ¡éeeessssssta!”
Y el Kuerv* nunka emprendió el vuelo. No.
Aún sigue posado, aún sigue posado
en el pálido busto de Alfonso, averiado el ídolo.
Por supuesto, si kon la ke puso komo para irse.
Y sus ojos tienen la apariencia
de los de un demonio que está soñando
kon volver y ser 7ris7ones. O subkampionar.
Y la luz de la luna que sobre él se derrama
junto kon todas nuestras lágrimas, soñó Guisante,
tiende en el suelo su sombra. Y su alma (la del Guisante),
del fondo de esa sombra que flota sobre el templo,
no podrá liberarse. ¡Nunca más! Así ke...
derechito al nicho… ¡o a aklamar se ha dicho!
…Y el Guisante se despertó sudado y kon takicardia, al grito de “¡Nunca má’! ¡Nunca má’! ¡Saleeeeeee Muñón! ¡Largá el mando y dejame un poko a mí, ketepankonkeso! Pero ké te vamo’ a devolve’ si no hay un sope, dame un cheke así kiere veni’ alguno ke la kosa está chiva chiva. Naaaaa, la melli está retobada makeseyó, igual kon vo’ no kiere sabé’ nada” Se kalmó cuando advirtió que todo había sido un sueño y ya despuntaba el nuevo día…
(continuará…)
Un kaso 7ris7e
Pfffjjjrrrrrsss piiiip piiiip beeeeeee
Arrankó entonces nuestro segundo día en tierras belgas.
Debido a que Fefo y el Soso debían acompañarnos, íbamos a tener que vestirlos por la mañana y por consecuencia levantar las carpas y viceversa, al llegar el anochecer Fefo y el Soso en tarlipes y a plantar ka-mpamento. Este tema intrankiliza al Guisantito quien no kiere esperar para rekostarse y está tramando, creo yo, deshacerse del Fefo para ke sobre una prenda-karpa. Seguiremos esta historia de intrigas. Es más, sigo temiendo por el Billar, es un player polifuncional: puede servir para encender el fuego y cocinar algo (rekordemos ke mucho kalor no, ya ke afekta a la vomitiva, la loka y los pingüidis), sirve komo sostén para la karpa, sirve para improvisar arkitos, sirve para tantas kosas... yo ke él, me eskapo.
En otro orden de ko-sas, al enterarnos por medio del Doc que Ostende es conocida como la “ciudad mas británic*” por los mismos ingl*ses la kosa se dekontroló y la loka empezó kon… “¡el ke no salta e’ un ingléee’! ¡Piratas! Al oír esto todos los cojos como Alonso, Soso y Billar se ofendieron y Muñoncito tuvo ke interceder para calmar los ánimos de los más exaltados, o sea todos, con la sutileza de su impecable Winchester.
Empezamos una breve recorrida por la ciudad, merced a las generosas contribuciones recibidas gracias a Faka y su demostración circense. Pasamo’ por el Jardín Japoné’ donde nos korrió la policía porke el Fefo y el Soso e incluso Sanguche77i se entretuvieron pastando más de la cuenta, pasamo’ por el Relós Floral, por el Hipódromo Wellingt*n dónde también hubo ke korrer porke el Kokito y Perrou se mandaron creyendo ke era una de galgos y donde, si no huíamos, Guisantito iba a perder el eskaso efectivo hecho por Merkel ya ke apostó hasta el sako; visitamos el Mercator, un navío ke keseyóké pero nos dio nostalgia del ferry, el 7ris7anik, trágicamente hundido.
En medio de esa interesante caminata hubo ke hacer un parate en una plaza a lo ke todos accedieron gustosos: el kalor era demasiado para nuestra gélida gente, había ke esconderse para ke los del zoo local no viniesen por nosotros y encima, Fefo, Soso, Kokito y otros komo Blanda que debía kargar kon la cabeza de SilBelli y Patti ke debe cargar kon lo ke keda de Alfonso, estaban exhaustos.
En dicha placita entonces fue ke el 7opi7o, absorto kon su “arkerito”
Fue de esta manera que armó la papeleta kon fotitos ke fueron tomadas por el fotógrafo internacionalmente re-konocido Guato, e incluso la firmó de su puño y letra. Está tan entusiasmado ke planea enviarles su diario de viaje y publicarlo por la esfínter-net. No sé, dice ke Garbi Lii le prometió darle una mano. Y bué... ¡meno’ mal ke no fue Clementicki! ¡Jujujajajajujujajaja!
Así transcurrió la 7arde, 7opu propuso un pikadito, pero todos -fogoneados por el Soso- prefirieron una pikadita; y al llegar el atardecer y las primeras sombras de la noche el team 7ris7ón regresó hacia las playas, donde procedió a poner en pelotas a los dos players, Soso y Fefo y luego sí, armar las karpas.
Se diskutió durante un tiempo considerable qué hacer: si partir al día siguiente o si kedarnos un tiempo más en esas playas. El 7opi7o, envalentonado por su reciente lucidez, sostuvo: “Para mí que arrankemos para allá”, señalando ir hacia… ¡el mar! Seee, nuevamente. Esta vez irremediablemente hubo ke kaskarlo hasta ke no habló mas.
Mientras tanto algunos jugadores entre los ke se kontaba al Joyero Neura, Blanda, Perrou, Algarete y Yerro entre otros, se entretenían jugando kon un simpátiko enanit*, fogoneados por el pitufín yileno-yiojano ke les decía: "¡Tiralo al agua! ¡Mojalo y enterralo aká, en el campamento!". Y no, el enan* no era CueBitas, era un simpátiko gnomit* de j*rdín ke el Faka y Durón habían hurtado de una kasita para alegrar a la vomitiva. Y hasta tal vez y si cuadraba pedir un jugoso reskate. Astutamente los players se lo habían kitado y, luego de arrojarlo al mar en repetidas ocasiones, el pitufín junto kon el Joyero Neura lo enterraron debajo de la karpa ke ocupaban los ekipistas. Garbii Lii, píkaro, los incitaba a la maniobra. ¡Inconscientes!
Mientras tanto, y komo pudieron debido a ke la ausencia de la cabeza de SilBelli sería notoria, el mencionado junto kon Fefo, Billar y Patti, salieron a fumarse un pi7illo (a partir de akí y a pedido de (marito) agradecemos la colaboración del sr. James Joyce, extrakto del final del cuento in-titulado “Un kaso 7ris7e” –reketekontracuack- modificado).
Sentados allí bajo la inkonmovible luna belga, reviviendo su ida kon ella, kon Gilnasi* y Esruin*, y evocando alternativamente las dos imágenes kon que la concebían ahora (lágrimas y hielo), se dieron cuenta de ke la relación estaba muerta, ke había dejado de existir, ke se había vuelto un mal rekuerdo. 7opu debería cambiar el dibujito, seguramente. Empezaron a sentirse desazonados, no por ellos, sino por ella. Se preguntaron ke otra cosa pudieron haber hecho ellos, claro, y nada de nada. No podían haberla engañado haciéndole una komedia de ke no eran muñonistas a ultranza; no podrían haberle dicho “este ekipo e’ una lágrima” abiertamente. Hicieron lo menos peor. ¿Tenían ellos akaso la kulpa? Y no, ellos no eligieron al 7opi7o, tampoco a sus compañeritos. Ahora ke la historia se terminaba para siempre entendieron lo solitaria ke debería haber sido toda su vida, fecha tras fecha, sola en akel templo vacío. Sus vidas serían igual de solitarias tal vez en otro lado, tal vez no, makeseyó. Pero era seguro que ella se iba, tal vez dejaría de existir o al menos para ellos sería solo un recuerdo o directamente para todos sería un rekuerdo (malo), si es ke alguien la recordaba ya.
Eran más de las nueve kuando salieron a kaminar. La noche era fría 7enebrosa, digamos típica. Kaminaron bajo algunos árboles esmirriados, pensaron en los senderos yermos de títulos de
Cuando alkanzaron una kresta en la playa se detuvieron a mirar al mar, hacia el horizonte, donde las luces de los barkos ardían rojizas y acogedoras (cuack) en la noche azul helada (cuack cuack). Miraron hacia abajo y allá, a un kostado del campamento, vieron las sombras de figuras caídas: el Benja y el Bálak (o al menos eso creyeron...) Esos tortolitos triviales y furtivos los colmaban de desespero. Desde ya, meses de sequía salvando el último ritual. Sentían ke los habían desterrado del festín de la vida. Podrían haber ido a otro lado y ellos se negaron la felicidad y la vida: se sentenciaron a la ignominia y a morir de vergüenza. Sabían ke las criaturas postradas allá abajo los observaban y deseaban ke se fueran de una buena vez. Nadie los kería a ellos y 7odos se reían de ella, en eso coincidían, desterrados del festín de la vida. Volvieron los ojos al mar negro, miraron a la nada. Sintieron la sirena de un barko de karga navegando hacia el puerto en la oscuridad, obstinado y laborioso. Lentamente se alejó, pero todavía sonó en sus oídos el laborioso rumor de la sirena llorando kual fantasma “Buuuuuuu” “Buuuuuuu”.
Regresaron lentamente por donde habían salido, recordaron ke habían olvidado la cabeza de SilBelli y regresaron por ella, ke aún no había terminado el pucho. La sirena zumbaba en sus oídos. Comenzaron a dudar de la realidad de lo ke la memoria y los ojos les decían. No podía ser, un Kan, otro Kancito, un Pinguidi, el 7opu, el Soso, era demasiado. Se detuvieron a dejar que muriera ese zumbido. No se escuchaba en la oscuridad el aliento de ella en sus oídos, eso era normal. Esperaron unos minutos, tratando de oír, pero no hubo caso, y si, si nunca lo habían escuchado ¿Por qué ahora? No se oía nada: la noche era un silencio perfecto komo match en el voske. Escucharon de nuevo: perfectamente muda. Sintieron ke todos, ella y ellos, se habían kedado solos. Y se akostaron a dormir... pero hubo ke sakar al Fefo ke en la oscuridad y sin kerer se desplomó sobre el desdichado Blanda fisurándole tres kostillas...
(kontinuará...)
Dibújame un arkero
Pffffjjjjrrrrssss piiiiip piiiip hic! Beeeeeeeee
Todos los relatos son fikticios, cualquier parecido kon la realidad o algún tipo de irrealidad paralela son casuales o porke a usted se le kanta pensarlo así. Es tipo komo ya lo dijimos un alkoyan*- enan* chupatierra o enan* chupatierra kon alkoyan*... ¿mesplico? Es todo de mentiritas, komo ke si yo digo "voy a traer a Tev*z y traigo a Est*vez", nada ke ver. ¿Cómo ké? ¿Brujas existe? Naaaaaa ¡¡kevasistí!! Jajajajajaja... no era ke Brujas no existen pero ke las hay, las hay... ¿eh? y... y bueno kerido... estarás ekivocado mi amor... ai sori for iu kerida...
(retomamos desde el último tramo del relato 156 -ver komen7arios anteriores- y kontinuamo' akí por 7aras FM, Al-fonso de su dial...)
… ko-menzó a kaer una nueva noche en akella freska e ideal playa. Al haber perdido las karpas en el naufragio (esa era la intención, alojarnos en algún kamping de Brujas astutamente gestionado por el gran Guisante en una de sus klásikas giras, dónde le kedó debiendo a akel kurdo ke les kontábamos de Roma, seeeee, era dueño del kamping) debimos improvisar un par de karpitas extra large kon las prendas del Fefo y de Soso, ke eran por cierto generosas.
Allí pasamos la noche, durmiendo trankilos (a partir de akí agradecemos el texto modificado ke sigue a Antoine De Saint- Exupéry). Imaginaos pues nuestra sorpresa y más ke nada la del Guisante kuando, al romper el día, empezó a romper, pero las bol*s, una vocecita ke decía:
- Por favor... ¡dibújame un arkero!
- ¿Lo ké?
- Dibújame un arkero...
Guisante se puso de pie de un salto, komo golpeado por la loka. Se frotó los ojos. Miró bien. Y lo vió al 7opito, más extraordinario ke nunca, ke lo examinaba gravemente y grave, porke se ve ke estaba kon una 7ara de akellas. He akí el mejor diálogo ke pudo Guisante mantener kon él. Pero seguramente nuestra transcripción sea mucho menos desopilante ke el diálogo original. No es por nuestra kulpa. Apenas si aprobamo’ una sola vez Lengua y Literatura (luego siempre marzo) y a duras penas aprendimo’ a leer y escribir, así ke paciencia y Pa-enz* (rekontracuack)
Miró, pues, Guisante la aparición del 7opu en la karpa, y kon semejante pedido, kon los ojos absortos por el asombro. No olviden ke kada muerte de obispo el 7opu hilvanaba frase alguna, asíkebué. Además el DT parecía confiado, seguro, aunke tal vez kon algo de miedo de kobrar. Tenía la apariencia de un niño perdido en la playa, teníamos hasta ganas de levantarlo en andas y empezar a aplaudir, kolgando la bandera blanka de niño extraviado (o el trapo de No Imbadir, por la’ duda’). Cuando al fin Guisante logró hablar, le dijo:
- Pero... ¿ké hacé’ aká vo’, Sanguche77i?
Repitió entonces, totalmente 7ras-7ornado, muy suavemente, komo si fuese una kosa muy seria:
- Por favor... dibújame un arkero...
Cuando el 7arambana es demasiado grande no es posible desobedecer. Por absurdo ke pareciese, en pleno amanecer, kuando el 7ipo tenía tres!! tres arkeros: Garbii Lii, Garbarin* y Clementicki, sacó Guisante una hoja de papel (seeeee, tenía) y una lapicera. Recordó entonces ke él dominaba el tema de la matutina, la vespertina, la nacional, la raspadita, la klandestina, y le dijo al 7opi7o (kon un poko de mal humor) ke no sabía dibujar. Le ko-ntestó:
- No importa… ¡mirá lo ke e’ Garbarin*, mirá lo ke e’ Clementicki! ¡Dibújame un arkero! Peor no te puede salir mirá lo ke te digo.
Komo jamás había dibujado un arkero rehizo ma’ o meno’ lo ke recordaba, al Terremot*, al Nolave. Kedó estupefacto, komo 7opu, cuando el mismo le respondió:
- No, no. No kiero uno sin manos, no kiero Terremot*, Nolave, son komo Clementicki. Terremot* es muy peligroso, je, se le escapa la bocha y Nolave, bueno, ké decir. En la kloaka necesito uno ke venda humo, mucho humo. Uno pa’ la gilada. Necesito un arkero. Dibújame un arkero.
Entonces dibujó. El Sanguche77i miró bovina-mente. Luego dijo:
- ¡No! ¡Este Menso No-sé no! Está viejecito... ¡atrasa komo trec* años! Haz otro.
Guisante dibujaba. El 7opu largó una de sus risitas mientras se babeaba:
- ¿Ve’ ke só, un sokete vo’? Este no e’ un arkero, es un mono, y encima, muf*.
Rehizo oooootra vez el dibujo. Pero lo rechazó komo los anteriores:
- ¿Vo’ me vistes la kara a mí? Este 7ris7an7e también tá viejo… ¡si está má’ viejo ke el No-sé! Kiero uno ke me sirva mucho tiempo, una buena “mákina de humo”.
Entonces Guisante, impaciente, porke se estaba haciendo encima, garabateó essssste dibujo. Y le largó:
- Esssste e’ una gata ¿la ve'? Bueno, pero ataja, y vende humo, no rompá’ má’ las bola’.
Quedó verdaderamente sorprendido al ver komo el 7opu largaba una semi sonrisa y lo escupía en la jeta mientras decía:
- ¡Sí sí, arkero, arkero! Tal kual lo kería ¿Crees ke necesitará algo en especial este arkero?
- ¿Por qué?
- ¡Ah! Nosékeseyo, bastante ke ya vamo' hablando komo cinko minuto’ pa’ ke me preguntes algo vo’ a mí, aká el niño soy yo, no vo’...
- Bueno. Y algo seguramente necesitará. Un buen psikiatra seguro. Te he regalado un arkero bien pero bien kolifa. Y buen, pero buen vendedor de humo.
Inklinó la cabeza hacia el dibujo, pero se inklinó tanto ke el muy bolas se fue de bruces y se abrió un tajo en la frente komo de 7 profundos milímetros kon una toska ke el Guisante había improvisado de almohada:
- ¡Uy! Sí, miraaaaaalo... jijiji... está tirando patadas voladoras a todo lo ke le pasa cerka (ya el tema había pasado de una simple 7ara para transformarse en un absoluto delirio), ¡seeee, mirá mirá! ¡¡está agarrando a uno del kogote!! ¡¡Waaaaw!! Lo está midiendo... ¡mirá, fuaaaaaa, le kiere pegar jijijujujujujajaja... mirá mirá ¡¡se está agarrando kon un compañerito!! Vamo’ a tener bastante trabajo kon este, seeeeee... bbbonito. ¿Sabé kómo te kiero? ¡Paf! (el 7opu llegó hasta allí, ya ke se desmayó no sabemos si por haber perdido demasiada sangre o por el esfuerzo realizado para sostener tamaña conversación -habrá elevado la temperatura kraneana a límites insospechados-. Obviamente nos volcamos por la segunda opción, komo siempre, porke ¿de ke sangre me hablan?)
Y fue así komo el Guisante le dibujó un arkerito al cual conocimos komo...
El Flying Kura decidió recibir el día agradeciendo el arribo a tierra belga y pensó ke lo mejor era kantarse este temita dedicado a
(play en el reproductor)
El Nesh-t*l no lo pa-gó
pe-ro tra-jo ko-ti-yón
A-kel che-ke re-bo-tó
y la vuel-ta no la dió
Yo ya no sé lo que ha-cer
Gui-san-te ¿quién va´ a tra-er?
El tem-plo se va a ka-er, ti-ra-me al-gún che-ke J*séééé
El Tuer-t* J*sééééé, El Tuer-t* J*séééé...
Soy la jo-da del pa-ís
Ko-mo ex-tra-ño un kam-pa-ñón
Me ke-dé sin la pa-shión
Y na-die kie-re ve-nir
O-ja-lá trai-ga el Mu-ñón
Che-ke-ra a-ba-jo del bra-zo
Por-ke me cai-go a pe-da-zos, si no vo-to al tuer-t* J*séééé
El tuer-t* J*séééé, El tuer-t* J*sééééé...
En la se-de del 7ris-7ón
un 7or-7e-ro se fla-sheó
Al ver a-hí de-lan-te al mis-mo tuer-t* J*sééééé
Hijo del tuert* J*sé
Muñoncito digo yo
Chekera divina
traerá la salvación
De la mano del poder
reinará la cooptación
es el muñoncismo
en to-da su di-men-sión
Ahí no-más lo in-te-rrum-pió
El Gui-san-te en su rin-cón
“¿No se por-ke en “Fui-m*s Hé-ro*s” no sa-lió al-gún sub-kam-pa-ñón?”
El tuert* J*sééééé, El tuert* J*séééé...
Ni uno solo, yo no gané ninguno, ni uno solo no tengo yo ninguno, ké poko´ somos 23-1...
(kontinuará...)